domingo, 14 de junio de 2009

La Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta

En aquel momento dejaron de ser un grupo para quinceañeras mojabragas para hacerse mayores y poner del revés la música pop. Los Beatles ya apuntaban cambios en el Rubber Soul, el Revolver es una obra maestra absoluta, pero el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band supuso una auténtica revolución en 1967. Es, si no el mejor disco de la historia de la música, sí el más influyente, y si no, el que marcó un antes y un después en la vida musical de un tal David que pierde el tiempo bajándose toneladas de canciones que jamás tendrá tiempo de escuchar, espiando a amigos de amigos en Tuenti y escribiendo en un blog recién creado.


El Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band hizo que naciera en mí la necesidad de consumir de manera compulsiva y casi psicótica todo lo relacionado con estos cuatro muchachos de Liverpool. Y consumir, dejando de un lado lo relativo al capitalismo que tanto adoramos en su vertiente socialdemócrata, significa escuchar los discos, sí: maravillosas obras de arte, fundamentales ya en mi desarrollo sentimental (esto no es una hipérbole), melodías pegadizas, canciones que te hacen feliz hasta límites nunca conocidos. Pero también significa hurgar en las entrañas de este maravilloso invento que hace a los yonkis más yonkis y a los freaks más freaks, Internet, para intentar averiguar cuánto botox se aplica Paul McCartney o saber por qué Ringo Starr lleva ahora un pendiente tan hortera.

En esta vorágine de fanatismo, comencé a ver un documental de varios capítulos que narra toda la trayectoria de los Beatles, desde sus inicios en el famosérrimo The Cavern hasta el mítico concierto final en la azotea, pasando por el "somos más famosos que Jesucristo" de Lennon. Rememorando la época del Sargento Pepper, Paul McCartney (al timón de un barco, con unas pintas de tolai impresionantes) explica que el día siguiente a su lanzamiento les llegaban telegramas de todos los artistas del momento felicitándoles por su calidad. Ya era un clásico instantáneo, atemporal, intertemporal, supratemporal, transtemporal y Melgar de Fernamental.

Hay una anécdota curiosa y paradigmática de todo esto: sólo tres días después del lanzamiento del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, el legendario Jimi Hendrix abrió un concierto suyo con una versión de la canción que da título al álbum. Youtube, como ocurrirá muchas veces más, nos muestra el momento en el siguiente video. It was 42 years ago today... Sgt. Peppers ONE AND ONLY Lonely Hearts Club Band.

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