viernes, 19 de junio de 2009

Cuarenta años


Puedes pensar que vives en una Nación. Puedes defender que os merecéis ser independientes, ya sea por vuestra historia, lengua, cultura, loquesea. Puedes creer que, o bien Francia, o bien España te oprimen. Puedes denunciar el cierre de periódicos en euskera, que hay torturas o malos tratos a presos vuestros o la brutalidad de la policía. Puedes protestar contra una ley de partidos que os excluye del sistema y no es un ejemplo de democracia. Puedes hacerlo. Pese a que yo no comparta todo lo que dices, a diferencia de tí, creo que tienes derecho a expresar tu opinión de forma libre.

Ahora, puedes mirarte al espejo y pensar qué has conseguido en 40 años de tiros en la nuca y coches bomba. Qué asco.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Son unos hijos de puta...
Así, con cada una de las letras...

Deiviz dijo...

Bien, no has pecado de demagogo, como me temía por tu trayectoria socialdemocrata. Que por cierto, hay cosas de esas con las que sí estoy de acuerdo (es decir, que estoy en contra): ley hecha a medida, ilegalización, cierta, ojo, sólo cierta, persecución ideológica...

Pero es que los de las bombitas y tal me cansan tanto ya. Qué pesados de mierda, me tienen hasta los cojones.

PUTA ETA dijo...

Euskal Presoak, cámara de gas.

Única solución posible a esa panda de hijos de puta. Pero la cámara de gas, no sólo para lo etarras, también para todos los familiares, amigos, políticios... que no hacen nada para cambiarlo. A todos los que no denuncian que su hijo/hermano/novio/padre/conocido ha ido a Francia a conseguir una pistola con la que volar la tapa de los sesos a un policía.

Nos merecemos un país sin esta panda de malnacidos que llevan 40 años matando gente para luego no cumplir las penas de cárcel que les imponen...

Vázquez dijo...

Aunque nos riamos tanto del Estado de Derecho como de la madre que nos trajo al mundo, confiamos en él de la misma forma que lo hacemos en ella. En ningún caso la cámara de gas (ni penas de muerte, ni de cadena perpetua) es la solución.

Por cierto, la responsabilidad penal es personal.