sábado, 13 de junio de 2009

Inauguración

Anoche, entre la segunda y la tercera cerveza, un vascuence tuvo la mejor idea para lograr el manifiesto desastre: compartir un blog. Nos centramos tanto en la búsqueda del nombre que descuidamos el aspecto del contenido. Desconozco hacia dónde va a derivar todo esto. Lo cierto es que sería un éxito indiscutible llegar a la entrada número 3.


Soy incapaz de responder a por qué torturamos al planeta con esto, más aún en vísperas de un acontecimiento que nos va a llenar a todos de felicidad, como es la coincidencia de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico. Por el bien común, sólo cabe esperar que los daños colaterales sean los mínimos posibles.


Lo único que compartimos los dos es la admiración por lo que arriba aparece como: fuentes de inspiración. Cabe encomendarse a Dios y pedirle que, algún día, alguien grite nuestro nombre lleno de orgullo en el andén. Nosotros haremos nuestro papel.

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