miércoles, 8 de julio de 2009
Buen rollito
Lo rechacé durante mucho tiempo, nunca tuvo mi simpatía. Sin embargo, al estar próximo el Erasmus he caído. Merde alors. Ahora, si ya era poco con un Tuenti, dos cuentas en Gmail, una en Hotmail, otra en Spotify, un brillante blog (modestia aparte) y mi perfil como administrador de la página de Democracia Nacional, me he refugiado en una droga más pura; he caído en el maldito Facebook. Tras hacer el necesario Máster para saber manejarlo (me niego a creer que haya 200 millones de usuarios de algo tan difícil), he descubierto que hay un universo por explorar. Tus personajes favoritos están allí y te puedes hacer amigo de ellos. De esta manera, mi idolatrado Enric González, Elvira Lindo y Stefan Zweig (pese a que lleva muerto desde 1942) han pasado a engrosar mi lista de contactos.
Afortunadamente, esto no es todo. Hay mucho más y en ello reside la RAZÓN (Who the Fuck cree que por un Erasmus me hago un Facebook?) por la que entraste ahí. Ser parte de miembros como "Anti-Tous", "Odio a Paulo Coelho" o "Creo que esa figurita de Lladró me está mirando con malos ojos...", no tiene precio. Dan ganas de gritar: "¡Abajo el buen rollito!".
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3 comentarios:
David volverá.
Tuenti demuestra que está vivo. Ahora sólo hace falta que encuentre conexión a internet y continúe con el manifiesto desastre.
Mi amigo Borja Arrue, como consejo inicial cuando le dije que me iba de Erasmus, me dijo: hazte Facebook. Ni pasaporte, ni reserva billete, ni habla inglés.
Hazte Facebook. Yo todavía esperaré.
La asignatura más difícil de tu carrera te parecerá pan comido comparado con manejar esa red social. Oh Gott. Hace que me guste mucho más tuenti, con lo malo que es.
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